Dogma primero: Dios


A partir del punto 3 de la cuarta catequesis, san Cirilo quiere hacerles a los catecúmenos un breve resumen de las principales verdades de fe y les advierte que aunque les hablen de muchas cosas durante las charlas de preparación, que estas 11 son las que sobre todo tienen que conocer bien.

Primer dogma: Dios

– Sólo hay un Dios, es el único Dios. Todavía en esta época de san Cirilo, existía el politeísmo romano y griego, principalmente.

– Ingénito, no ha sido creado por nadie, no ha sido engendrado por otro.

– Sin principio, existe desde toda la eternidad, no hubo un momento en el tiempo que comenzase a existir, es eterno, ni habrá un momento en el tiempo que deje de existir, es inmortal.

– Inmóvil, para que algo se mueva o cambie, debe haber algo que le haga moverse o cambiar, Dios es el primer motor que hace que todo se mueva y cambie, por eso Él es inmóvil, porque no hay nada ni nadie que haga que se mueva o cambie.

– Inmutable, no cambia, es puro acto, en su naturaleza, sus perfecciones, sus propósitos, sus promesas y sus dones.

– Es justo y bueno, Dios siempre actúa en forma recta, en cada uno de sus actos es consecuente con su ser y juzga con el mismo rasero para todos.

– Creador de todo, Dios creo el universo entero, todas las cosas que existen han sido creadas por Él.

– Desde toda la eternidad es Padre de su único Hijo nuestro Señor Jesucristo que tiene los mismos atributos anteriores aplicados a Dios Padre.

En estos primeros siglos todavía estaban con muchas herejías sobre Dios Padre y sobre Dios Hijo, no tenían todavía muy claro un concepto que también hoy en día nos cuesta entender con la razón: la Trinidad. Este es un tema bastante complicado.

Había toda clases de errores sobre la Trinidad de Dios, algunos de ellos:

– El triteísmo: hay tres dioses diferentes.

– El monarquismo: un solo Dios y una sola persona (modalistas, sabelianos y patripasianos).

– Dos dioses: uno bueno, creador de las realidades espirituales, y otro malo creador de la materia o realidad corporal (maniqueísmo).

– El panteísmo: que confunde a Dios con las cosas.

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