
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
Oración al comenzar
La coronilla se comienza con la Señal de la cruz. A continuación, se reza la Oración para la Hora de la Misericordia:
Expiraste, Jesús; pero la fuente de vida brotó para las almas, y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. ¡Oh, fuente de vida, insondable misericordia divina!, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros.
Luego, se dice tres veces:
¡Oh, sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío!
A esto le siguen un Padrenuestro, luego un Ave María, después un Gloria y concluye esta primera parte con el Credo.
Las cinco decenas
Comenzando por la cuenta grande:
Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada decena:
Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Finalizadas las cinco decenas
Se repite tres veces:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
Súplica para recibir Misericordia
¡Oh, Dios eterno!, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable. Vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa, y aumenta Tu Misericordia en nosotros. Para que, en momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos; sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el amor y la misericordia mismos. Amén.
Jaculatorias
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, confío en Ti. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti.
Letanías
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad que eres un solo Dios verdadero, ten piedad de nosotros.
Misericordia Divina, que brota del seno del Padre. En ti confío
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios. En ti confío
Misericordia Divina, misterio incomprensible. En ti confío
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad. En ti confío
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o angélico. En ti confío
Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad. En ti confío
Misericordia Divina, más sublime que los cielos. En ti confío
Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas. En ti confío
Misericordia Divina, que abarca todo el universo. En ti confío
Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado. En ti confío
Misericordia Divina, que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús. En ti confío
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores. En ti confío
Misericordia Divina, impenetrable en la institución de la Sagrada Hostia. En ti confío
Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia. En ti confío
Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo. En ti confío
Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo. En ti confío
Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida. En ti confío
Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte. En ti confío
Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal. En ti confío
Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida. En ti confío
Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal. En ti confío
Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores empedernidos. En ti confío
Misericordia Divina, asombro para los ángeles, incomprensible para los Santos. En ti confío
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios. En ti confío
Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria. En ti confío
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite. En ti confío
Misericordia Divina, que de la nada nos llamó a la existencia. En ti confío
Misericordia Divina, que abarca todas las obras de sus manos. En ti confío
Misericordia Divina, corona de todas las obras de Dios. En ti confío
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos. En ti confío
Misericordia Divina, dulce consuelo para los corazones angustiados. En ti confío
Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas. En ti confío
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor. En ti confío
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas. En ti confío
Misericordia Divina, que infunde esperanza, perdida ya toda esperanza. En ti confío
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Ten piedad de nosotros.
V. Las Misericordias de Dios son más grandes que todas sus obras.
R. Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.
Oración
Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos. Amén.